PERDON Y AUTODOMINIO





·         El odio es como el ácido:  destruye el recipiente que lo contiene
                                                                             (Brown)



El perdón consiste en esencia en que el perdonante, que estima haber sufrido una ofensa, decide, bien a petición del ofensor o espontáneamente, no sentir resentimiento hacia el ofensor o hacer cesar su ira o indignación contra el mismo, renunciando eventualmente a reclamar un castigo o restitución, y optando por no tener en cuenta la ofensa en el futuro, de modo que las relaciones entre ofensor perdonado y ofendido perdonante no queden afectadas.

Tipos de perdón

Perdón pleno/parcial: En el perdón pleno, el perdonante "perdona y olvida", es decir, no sólo decide no odiar al perdonado, sino que recupera la relación de confianza o amor con el perdonado, como si la ofensa no hubiera tenido lugar. En el perdón parcial, el perdonante decide no odiar al perdonado por la ofensa recibida, pero la tiene en cuenta en el futuro para modular sus relaciones con el perdonado ("perdona pero no olvida").

Perdón puro/condicional: Perdón puro es el incondicional. En el perdón condicional, el perdonante subordina algunos o todos los efectos del perdón al seguimiento por parte del perdonado de ciertas reglas de conducta o al cumplimiento de cualquier otro tipo de condición.

Perdón expresado/tácito/no expresado: El perdonante puede optar por comunicar expresamente al perdonado la concesión del perdón, o bien por hacérselo ver por hechos más o menos concluyentes, o bien optar por no comunicarle de modo alguno la concesión del perdón.

Perdón espontáneo/solicitado: El perdón solicitado es el que se produce tras la petición de disculpas del ofensor, el espontáneo tiene lugar sin tal petición.
Perdón humano/divino: Según quién sea quien perdona, Dios o el ofendido, el perdón será divino o humano.


AUTODOMINIO




 Lo definimos como el formar un carácter capaz de dominar la comodidad y los impulsos propios de su forma de ser para hacer la vida más amable a los demás. Es el valor que nos ayuda a controlar los impulsos de nuestro carácter y la tendencia a la comodidad mediante la voluntad. Nos estimula a afrontar con serenidad los contratiempos y a tener paciencia y comprensión en las relaciones personales.
 El autodominio debe comprenderse como una actitud que nos impulsa a cambiar positivamente nuestra personalidad. Cuando no existe esa fuerza interior, se realizan acciones poco adecuadas, generalmente como resultado de un estado de ánimo; la armonía que debe existir en toda convivencia se rompe; quedamos expuestos a caer en excesos de toda índole y entramos en un estado de comodidad que nos impide concretar propósitos.

 

UN REGALO ESPECIAL

A menudo aprendemos mucho de nuestros hijos. Hace algún tiempo, un amigo castigó a su hija de tres años por desperdiciar un rollo completo de papel dorado para envolturas. Estaban escasos de dinero y él se puso furioso cuando la niña trató de decorar una caja.
A pesar de todo, la pequeña le llevó el regalo a su papá la mañana siguiente y le dijo: “Esto es para ti, papi”. El se sintió avergonzado de su reacción anterior, pero se volvió a enojar cunado vio la caja vacía.
Y gritó:-¿no sabes que cuando uno da un regalo se supone que haya algo adentro?
Pero papi, está totalmente llena de besitos que puse para ti; es lo único que puedo darte.
Hoy día, siendo ya un abuelo, este hombre aún conserva esa cajita llena de besitos que utiliza para darse animo en sus momentos de aflicción.
Valora las cosas sencillas que los niños pueden darte.




·         Entristecerse por el ayer y tener miedo por el mañana son dos hermanos gemelos que amargan y dañan el hoy.   (La haye)