ALEGRIA



·         Si no hubiera problemas no habría oportunidades. (Plutarco)




La alegría es una de las tantas emociones que experimenta el ser humano en esta vida a la par de otras como ser el miedo, la ira, la sorpresa, la tristeza y el asco. Generalmente está originada por un sentimiento placentero o por la relación con alguna persona o cosa que manifiesta este tipo de emoción y que nos la contagia viviéndola casi como propia.
La alegría, entonces, como se desprende de lo que comentábamos, es una emoción positiva y agradable para cualquier persona que la observe, tanto en el, como en el otro, en tanto y la mayoría de las veces, se caracteriza por la manifestación de un estado interior luminoso, que ostenta una buena cantidad de energía y tendencia hacia una actitud constructiva y positiva, aún, cuando las cosas no hayan salido como se lo esperaba o deseaba.
En otras palabras y ya alejándonos un poco de la formalidad de las definiciones, la alegría creo yo es el estado ideal al cual puede aspirar a alcanzar una persona.


LA ISLA DE LOS SENTIMIENTOS

Un día se informo a los moradores de una isla que esta se iba a hundir todos los sentimientos se apresuraron a salir. Se metieron en sus barcos y partieron. Pero el Amor se quedó. Quería permanecer un poco más en la isla que tanto amaba antes de hundirse.
Cuando ya estaba casi ahogado, el Amor comenzó a pedir ayuda: Riqueza, ¡Llévame contigo! No puedo, hay mucho oro y plata en mi barco, no tengo espacio para ti. Le pidió ayuda a la Vanidad que también venía pasando. Vanidad, por favor, ¡ayúdame! No te puedo ayudar tú estás mojado y vas a arruinar mi barco nuevo.
Entonces el Amor le pidió ayuda a la Tristeza. Tristeza… ¿me dejas ir contigo? Ay, amor, estoy tan triste, que prefiero ir sola.
Pasó la Alegría, pero ella estaba tan alegre, que ni oyó al Amor llamarla. Desesperado, el Amor empezó a llorar, pero, en ese instante oyó, una voz: ven Amor, yo te llevo. Era un viejito. El Amor estaba tan emocionado que se le olvidó preguntar su nombre.
Al llegar a tierra firme, el Amor le preguntó a Sabiduría ¿Sabiduría, quien era el viejito que me trajo hasta aquí? Era el Tiempo. ¿El Tiempo? Pero… ¿Por qué sólo el me quizo traer? La Sabiduría le respondió:
  “Porque solo
 EL TIEMPO es capaz de comprender a un
 GRAN AMOR”

·         A veces las ideas más creativas provienen de los principiantes y no de los expertos.      (N. Hill)